Hace unas semanas Lola en su blog 'Con sabor a huerto', elaboró unos buñuelos de bacalao que me enamoraron. Puedes ver aquí su receta: 👉 'Buñuelos de bacalao' .
La primera vez que hice esta salsa fue directamente a la basura. Y no porque supiera mal ¡qué va!, sino por "mala suerte", lo que denomino 'accidentes culinarios'. Suelen ocurrir en ocasiones y son tan fastidiosos...
Me disponía a preparar unos macarrones con mi propia salsa de tomate. La terminaba de hacer y ya había retirado la tapa del vaso. Fui a coger un bol de cristal que había lavado y quería secarlo..., éste se resbaló de las manos y se rompió en 1000 pedazos ¡Dios!, saltaron cristales por todos los sitios. Por precaución y miedo que hubiera saltado algún pedacito dentro del vaso (aunque estaba bastante retirado) opté por desecharlo. Así que ese día tuve que echar mano de tomate frito de bote que siempre va bien tener en la despensa.
Así que la volví a hacer, y esta vez no ocurrió ningún percance. Es muy apropiada para acompañar con pasta, un huevo frito, o poner como base en pizzas. Espero que te agrade tanto como a mí.
♥1 cebolla a cuartos (100 gr.)
♥3 dientes de ajo grandes (20 gr.)
♥35 gr. de aceite
♥1 kg. de tomate triturado natural
♥1 cucharada de azúcar
♥2 cucharadita de sal
♥1 cucharada de orégano seco y molido
♥1 cucharada de tomillo seco y molido
♥2 hojas de albahaca fresca y picada
- Lava los tomates y añade al vaso y TRITURA VEL. 5-7-10 / 1 MINUTO.
- Aparta a un bol o jarra.
- Lava y seca el vaso y la tapa.
- Añade la cebolla a cuartos y los dientes de ajo. PROGRAMA 3 o 4 SEG. / VEL. 6.
- Incorpora el aceite al vaso y PROGRAMA / 8 MIN. /100ºC / VEL. 1.
- A continuación añade: el tomate triturado, el azúcar, la sal, el orégano, tomillo, tomate y las hojas de albahaca. Cierra el vaso y pon el cubilete. PROGRAMA / 30 MIN. / 100ºC / VEL. 2.
- Pasado el tiempo, si quieres hacer conservas, añade la salsa en tarros de cristal debidamente esterilizados, cierra la tapa y pon al baño maría.
Aprovecha para realizar tu propias conservas con las especias e ingredientes que más te gusten.
Silvia que fastidio cuando ocurre algo así, yo me pongo hasta de mal humor, jajajaja, pero si no hay más remedio que comer, una conserva a mano siempre nos salva la vida.
ResponderEliminarYo suelo hacer salsa de tomate para conservar en verano, cuando el huerto de mi padre está en pleno rendimiento, precisamente ya tiene todo sembrado, esperando a que crezca y comience a dar fruto, lo estamos deseando.
Me gusta el color tan intenso de tu salsa, imagino lo rica que estará y se me hace la boca agua. Me gusta incluso sola, con pasta, arroz o con un huevo cuajado y unas papas cocidas, para mí es el sabor de la cocina de mi madre en verano, cuando era chica.
Besos.
Que mala pata Sil, que rabia da cuando ocurre algo así.
ResponderEliminarBueno pues en ese caso se recurre al que se tenga y punto.
En casa yo también lo hago mas o menos así y nos encanta!!
Un beso
Como una salsita casera nada, aunque tengo que decir que siempre las hago para consumir en el momento, nunca para guardar en frascos, enriquecen todo lo que acompañan y no quisiera mencionarlo, pero atraen al pan como las moscas a la miel.
ResponderEliminarbss
Hola Sil!
ResponderEliminarCuánto me gusta la salsa de tomate casera, qué color y qué buenísima se ve la tuya!! Lástima lo del percance, los cristalitos saltan como locos... menos mal que precavida como eres tenías sustituto en la despensa.
Muchos besos!
¡¡Hola Sil!! vaya mala pata, y la verdad que con los cristales no se juega, es muy peligroso que realmente le hubiera caído algo, aunque fuera improbable, entiendo que lo tiraras y la frustración, ¡¡justo ya para envasar!! Pero es lo que tiene la cocina, que quien cocina y amasa, de todo le pasa, ja, ja. Pero da rabia.
ResponderEliminarBueno, yo soy una gran defensora de las salsas caseras, odio todas las envasadas, no me gusta casi ninguna. Hace unas semanas en el Lidl, vendían productos italianos, y también gran variedad de salsas, y mira que nunca compro ya hechas, y me dio por comprar, era una similar a la tuya, y no nos disgustó, aunque creo que el éxito se debió más al queso de romero (un queso espectacular que venden artesano en uno de los pueblos que doy clase de la mancha) que le rallé por encima y le daba un sabor único. Así que a la semana siguiente, volví al Lidl a por otras variedades, uno llevaba anchoas, aceitunas negras...otro bonito y no sé que más, y compré también de nuevo la salsa de tomate parecida a esta. El de anchoas y aceitunas, nada más abrirlo olía ya fatal y me dije, cómo sepa igual...pues así sabía, igual de mal, ja, ja. Miedo me dio abrir otro día el de bonito, y no estaba tan malo, pero bueno, como que tampoco. Así que creo que aquí acabó mi prueba de compra de salsas para pasta. Mejor me quedo con tu receta, que tiene que oler de maravilla, y el colorcito lo dice todo. Además, natural, natural. Besitos.
Con este tomate tan especial las pizzas deben de estar doblemente ricas!
ResponderEliminarBesos