DIARIO DE UN CAMINO CALMADO ETAPA 3: PORTOMARÍN-GONZAR {Camino de Santiago, abril 2022}

 

5 de abril de 2022
He dormido regulín. Cada vez que abría los ojos me molestaba la luz del baño que permanecía todo el rato encendida. Como siempre, he pasado mucho frío pese a las capas de ropa que me pongo para dormir. Luego, entrada la noche ya empiezo a quitarme capas, parezco una cebolla.
Me levanto y recojo todo en la maleta, ya sabes que me lleva esta tarea alrededor de 1 hora.
A continuación escribo una nota de agradecimiento a Sonia por un favor que me hizo y se la dejo en la recepción.
Ayer en la tienda que compré los guantes (9€) y la camiseta térmica (12€) también adquirí un spray repelente de lluvia (6€). Me preocupa muchísimo este tema y sé que en cualquier momento va a llover, las previsiones meteorológicas así lo predicen.
Pulverizo en la calle las zapatillas deportivas, las chirucas, la mochila. Tenía razón la dependienta, -Huele fatal, pulverízalo fuera de casa y siempre antes de que te sorprenda la lluvia, en seco-.  Bueno realizada esta gestión tan importante, acerco la maleta a ‘Pensión Mar’ y voy directa a desayunar a ‘Posada del Camino’. Al llegar hay 4 guardias civiles desayunando. Pido una tostada y un café con leche (2,70€) y me obsequian con un chupito de naranja natural y un trozo ‘majo’ de bizcocho, tiernísimo y muy rico. Así da gusto empezar el día.

Me despido del camarero y comienzo a andar. Recuerdo la primera vez que estuve en Portomarín en mi primer camino. Amanecí con infección de orina y tuve que acercarme al ambulatorio, perdí un montón de tiempo.
La segunda vez que estuve con mi amiga Olga en el mismo bar donde he desayunado decidimos volvernos para casa, fue un momento triste. Ahora por tercera vez volvía a repetir el mismo camino, tranquila y en solitario. 

Un día más apenas sin gente por la villa.

Saliendo de Portomarín

Emprendo la tercera etapa con algo de agujetas pero sin dolor en mi cadera que es lo que me paraliza, así que contenta. Cuando cruzo el puente para adentrarme en la senda encuentro el primer obstáculo, hay dos mojones, uno indica ‘Camino Complementario’ el otro indica únicamente los kilómetros que quedan para llegar a Santiago. La primera vez que lo hice, esto no estaba y no generaba ninguna duda. Lo terrible es que no tienen ningún panel informativo que te explique la diferencia entre ambos caminos. Elijo el de la primera vez.

Detrás de mí vienen 3 chicas jóvenes muy contentas y felices, y van a uno por hora lo que me alegra ya que me acompañarán durante toda la etapa, unas veces las adelanto yo y otras ellas a mí. Ahora recuerdo que casi en el mismo tramo conocí a Rocío, Juan Pe y David hace 7 años.
El camino está calmado, con el sonido del canto de los pajaritos y como paisaje, prados e inmensos árboles que de vez en cuando abrazo. También se escuchan las risas de mis compañeras alborotadas que me acompañan a pocos metros. 

Enseguida las pido si me pueden sacar unas fotografías y yo también se las saco a ellas. Son majísimas. Afra viene de Sabadell, cerquita de donde yo vivo. Mari viene de Girona y Virginia viene de Tarragona.

¡Qué felices están! Aunque ayer hicieron más de 30 km y Afra casi no puede caminar. Un señor mayor en Sarria que fue panadero la regaló un bastón en forma de tirachinas, muy bonito. Parece ser que este señor se dedica por afición a hacer bastones y al verla tan mal se lo regaló. Le ha venido muy bien para apoyarse.

Sigo caminando en solitario y escucho a lo lejos que me llaman las 3 chicas. -¿Has perdido un monedero verde?-
“No, no es mío” de repente recuerdo la mascarilla que me regaló mi amiga Mª José que va dentro de una funda de color verde… “hay…sí, es mío pero no es un monedero” ¡Qué suerte he tenido! Me la entrega un chico que fue quién lo encontró a su paso.

Continuamos caminando cerca pero por separado y a mi marcha veo un guante caído en el suelo. Empiezo a gritar a las chicas ya que estaban muy adelantadas… Se acerca Virginia, es suyo –Muchas gracias- ya ves! hoy lo perdemos todo, ¿qué significará?- “pero vuelve a nosotras. Son señales y enseñanzas, sólo hay que estar atenta a ellas…” Virginia piensa lo mismo.

Me hace gracia ver a mis compañeras de camino cómo van dejando una piedra encima de cada mojón. Le comenté a Afra que así lo hacía yo, y que cada piedra que dejaba simbolizaba el peso de la mochila que iba descargando… problemas, miedos, tristezas, adversidades…

Continuo caminando en solitario un buen tramo y nuevamente aparecen dos mojones… las chicas me preguntan cuál es la mejor elección… Sin tener idea, pensamos que el complementario debe ser más sencillo y el que indica los kilómetros el original. Se acerca un chico subido a un tractor y le preguntan. El chico nos indica que el complementario es como más sencillo. Es el que elegimos.
Continuamos caminando y enseguida aparece mi siguiente albergue ‘Hospedería Gonzar’, las indico que ahí finaliza mi etapa de hoy. Me despido de ellas deseándolas ¡Buen Camino!.

Hostería de Gonzar

El tramo de hoy ha sido fácil. Con alguna subida a la salida de Portomarín pero el resto del camino todo llano con tramos de carretera y sin complicaciones. También hay que decirlo, no muy bonito.
Al llegar al albergue ya me espera mi maleta. Un señor me acompaña a la habitación y me deja dos mantas. El chico me dice que el recinto es muy grande y que la calefacción la puede poner un rato pero no dejarla siempre encendida si no se dispararía mucho el precio. En efecto la habitación donde dormiré es grande y hay otras estancias. Parece ser que hoy dormiré sola, me dice.
Me ducho, ains… no tienen secador con el frío que hace… aunque menos que los días anteriores, lo que molesta es el viento.
Lavo algunas prendas de ropa y me dirijo al comedor. Pido una ensalada con queso de cabra (5€) y una cerveza (2€).

Después de comer salgo a pasear por Gonzar. Lo encuentro muy muy cambiado de la última vez que estuve. El bar donde estuvimos Rocío, Juan Pe y David está cerrado. Muchos albergues y establecimientos todavía no han abierto esta temporada.

Bar en Gonzar

A mi paso por el centro de Gonzar aparecen 3 perros que salen corriendo de una casa, no sé si se han escapado pero me asustan un poco aunque pasan de largo. Me dirijo hacia la iglesia y justo delante hay un perro enorme que me empieza a ladrar… mejor la visito otro día…

Me acerco al albergue público de Gonzar para que me sellen la credencial “son dos sellos por etapa para conseguir la Compostela en Santiago”. 

Albergue público Gonzar

Regreso al albergue y me siento en la terraza a escribir en mi diario la andadura de hoy. Como hace mucho aire enseguida voy a la habitación y me acuesto.

Es entonces cuando se me enciende la bombilla de meter el dinero del desayuno a Marta (de Casa Morgade) en el sobre del taxi que me lleva la maleta, para que cuando pase por allí se lo entregue y quede saldada mi deuda.
Hoy ha sido un bonito día. Gracias.

👇👇Aquí tienes todas las etapas de 'Mi primer camino' lo hice en junio de 2015:

QUIZÁS TE INTERESE VER: